lunes, marzo 01, 2010

CURIOSA MANERA EMPRESARIAL DE LUCHAR CONTRA EL CÁNCER

Carta escrita el 08/05/09

Resultan poco menos que curiosas las noticias de las exhorbitantes cifras de euros que diferentes Fundaciones donan a la lucha contra el cáncer, en un alarde de trabajo social, pero con transfondo meramente comercial.
Hasta aquí todo bien, al fin y al cabo se consigue luchar contra el cáncer (u otra noble causa), a cambio de publicidad, que de otra forma se iba a derrochar en costosas campañas de márketing que se llevarían todo el dinero, pero cuyos destinatarios no iban a tratar de mejorar otras vidas aparte de las suyas.

Existen otras empresas, cuyo carácter social consigue trascender de una mera fachada; no nos engañemos, todas pretenden "caer mejor" a la conciencia social, pero creo que siempre se deja entrever a quien le importa un poco más aquello que está haciendo.
Éste es el caso (o eso creía yo) de Alimerka y su Fundación. Sus donaciones a la Asociación Española Contra el Cáncer y sus campañas entre los clientes al respecto eran (y son) dignas de imitar.

Lo que ya no me parece tan bien es la aplicación de una extraña política contra el cáncer entre sus empleados.

Bien, mi mujer es empleada de Alimerka desde mayo del año pasado.
Pasados los 6 primeros meses de contratación, la renuevan porque su trabajo en la sección de mozo de almacén en yogures es satisfactorio.
Tras la renovación, sucesivas desgracias personales (operación de nuestro hijo de 1 año, de mi suegro -su padre- por cáncer de esófago, y hace un día la suya propia por un cáncer de mama) han hecho que entre pruebas médicas y alguna visita haya faltado varios días al trabajo (todas esas faltas, justificadas, por supuesto).

Uno podría pensar que Alimerka, con su compromiso con la AECC, tras la muerte hace escasos años de uno de sus altos directivos de cáncer y la desaparición hace escasos meses del presidente (Luis Noé Fernández) por este mismo motivo, podría tener un poco más de mano izquierda "con los de casa" al respecto.
Incluso siendo benévolo podría suponer que es por la crisis (aunque ya hayan metido a más personal y hablen de crear cientos de puestos en las nuevas instalaciones), porque mi mujer trabaja mal o poco (aunque el exhaustivo control de pedidos diga lo contrario), quizás sea respondona (aunque el sábado del puente de semana santa, en un día en el que no le tocaba trabajar fue a sustituir a una compañera con una biopsia de mama recién hecha "porque sino le descuento 5 días", y el lunes siguiente
festivo en Avilés y que tampoco le tocaba, y varios días más...).

No obstante, quiero creer que realmente no es cuestión directa de la gerencia de Alimerka, que desconoce el motivo por el cual hoy, 8 de mayo, 1 día exacto después de la mastectomía que le acaban de practicar a mi mujer, me llegua una carta certificada con la notificación de su despido.

Realmente es un método efectivo para que Alimerka no pierda más empleados a causa del cáncer, ¿no creen?